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Moncalvillo

A la villa de Moncalvillo se accede por la carretera que une Salas de los Infantes con Quintanar de la Sierra (P-8221). A la altura de la entrada de Castrillo de la Reina (a la derecha desde Salas), se toma la BU-V-8222 que nos conduce a Moncalvillo.

HISTORIA. Seguramente la sierra no se llegó a quedar deshabitada durante los siglos VIII y IX tras la invasión sarracena: A finales del siglo XI, Alvo Sarracín, vecino de Moncalvillo participaba en la repoblación de Sepúlveda. Existen documentos que atestiguan que este pueblo ya formaba parte de los dominios del Hospital de Valdefuentes en 1234, y tras un siglo fue también lugar del Hospital del Rey, hasta principios del siglo XIX , cuando desaparecieron los señoríos.

ARQUITECTURA TRADICIONAL. Moncalvillo ha sabido conjuntar los nuevos modos constructivos con el respeto a su tradición arquitectónica, que deja entrever el pasado ganadero de la villa. Cuenta con un antiguo potro muy bien conservado, situado en la plaza, junto al lavadero. Éste aún es utilizado en ocasiones hoy día para hacer la colada.

PATRIMONIO MONUMENTAL.  La iglesia de San Pedro Apóstol es una construcción que data de 1735. La descripción técnica indica que consta de nave única, muro de piedra de sillería, cubierta de falsa bóveda, portada abierta al muro meridional y torre adosada en la misma pared de la cabecera.

En el centro de la población destaca también la ermita de Santa Marina levantada en el año 1588. A esta ermita acude el vecindario en romería a finales de diciembre.

DEMOGRAFÍA Y POBLACIÓN En el padrón de 1857 la villa contaba con la nada despreciable cifra de 425 habitantes, en 1960 la población es de 434 habitantes y en 2019 había 85 habitantes censados.

NATURALEZA Toda la zona es de alto valor medioambiental, contando con grandes bosques y dehesas. En el camino que va de Moncalvillo a Rabanera del Pinar, encontramos una nebreda donde se ubica uno de los 111 árboles singulares de la provincia de Burgos: la Enebra de Moncalvillo, un árbol que por su gran talla se presupone una considerable edad.  En este mismo camino se sitúa entre pinos y jaras el Roble Camino del Cerro, otro de los árboles singulares de la provincia, con un perímetro de tronco de 7 metros.